viernes, 20 de diciembre de 2013

ELECTRICIDAD: DIVINO NEGOCIO.


Nikola Tesla en su laboratorio.


      La historia de la electricidad en su relación con la especie humana comienza en los albores de nuestra civilización, con la interpretación mágico-religiosa de los fenómenos eléctricos naturales, de la experimentación de las tormentas y su consecuencia más visible: el rayo. Los antiguos griegos, y después los romanos, atribuían el fenómeno del rayo a la ira de Zeus/Júpiter, que se abastecían de tal munición en la fragua de Efesto/Vulcano, para castigar a los mortales (Anquises, padre de Eneas, fue castigado por Zeus a la cojera de las dos piernas lanzándole un rayo, a petición de Afrodita, después de haber revelado a sus comensales la relación carnal habida con la diosa, que engendró a Eneas). Pero la observación más científica (aún incomprensible) se la debemos a Tales de Mileto (S. VII a.c), que descubrió la atracción de ciertos materiales por un trozo de ámbar previamente frotado con un paño de lana.
 22 siglos después, el fenómeno eléctrico y el magnético enpezaron a considerarse como algo similar, pero distinto, hasta el S. XIX, con personajes como Faraday, Volta, Ampére y Maxwell (que con sus ecuaciones unificó la electricidad con el magnetismo). La electricidad era prácticamente un fenómeno de feria y nadie sabía de una utilidad en la práctica. De todos estos conocimientos acumulados y experimentados surgirían muchos inventos basados en la electricidad que sentarían las bases de lo que hoy disfrutamos.
 Nikola Tesla (Smiljan, Imperio austrohúngaro, actual Croacia), 10 de julio de 1856Nueva York, 7 de enero de 1943), hijo de un predicador ortodoxo) Trabajó en París para la Continental Edison Company y después se trasladó a los EEUU fundando su propia compañía, que fracasó y le obligó a sobrevivir en múltiples trabajos. En 1887 fabricó su "motor de inducción", que no precisaba escobillas porque estaba alimentado por corrientes alternas. Edison, inventor de la bombilla de incandescencia (en realidad resolvió el problema que muchos investigadores ya habían concebido) y de muchas cosas más, fue el primero en iluminar con la electricidad de corriente continua el centro de Nueva York, precisando una inatalación muy cara e insostenible (cada barrio debía tener su propia central eléctrica y la correspondiente distribución por cable, con la consiguiente contaminación acústica y atmosférica). Tesla proponía la corriente polifásica, que se podía transformar y distribuir a larga distancia desde su lugar de producción. Con ello se generó, tras el apoyo del empresario George Westinghouse hacia el visionario Tesla, la "guerra de las corrientes" entre Edison (corriente continua) y Tesla-Westinghouse (corriente alterna).
 Sin las ideas de Tesla y el apoyo de George Westinghuose no se habría podido crear la red eléctrica actual y, probablemante, el fluído eléctrico sería privilegio de ricos habitantes de los barrios más céntricos de las ciudades. Tesla, de carácter excéntrico y perfil esquizotímico con rasgos obsesivos, acabó sus días en la habitación de un hotel y prácticamente arruinado. Parece ser que Westinghose cedió a Tesla las patentes de sus inventos para facilitar su supervivencia.


Red de alta tensión: otra trampa de las compañías eléctricas.
  De los caciques que mueven los hilos en las multinacionales eléctricas, y sus barraganos/amancebados/políticos, que meten sus intereses personales en los consejos de administración de las "Electras", asesinando a su madre Clitemnestra y a todos los consumidores forzosos de la energía del S. XX-XXI, hay una diferencia abismal con los precursores del invento, artífices y empresarios, que nos regalaron su sueño preñado de vigilia y trabajo incesante, solamente por el progreso de la humanidad.
 Preparémonos para la "Guerra de la corriente" que se nos avecina porque unos y otros nos habremos de electrocutar con las facturas "Al estilo Westinghouse" de la silla eléctrica.


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    Cuando nos llegue la primera factura eléctrica del año y antes de abrirla, encomendándose a Santa Bárbara aunque no sean creyentes, les aconsejo que cinco minutos antes de la apertura se metan bajo la lengua una o dos pastillas de CAFINITRINA para prevenir una posible muerte súbita al "estilo Rajoy"; en último caso y en parada cardiaca, utilicen un desfibrilador con choque eléctrico a 200 julios inicialmente: no se me pasen con la electricidad, que está para morirse de cara...
 Pero para cara/jeta, la de nuestros sucesivos Gobiernos, que, yaciendo en el mismo lecho como barraganas de Electra, nos venden la factura más cara de Europa condenando a los ciudadanos y a las PYMES a pagar unas tarifas inaceptables e inasumibles, en un país con millones de parados y una población activa estrangulada, y ahora también electrocutada, por recortes salvajes en el presente y con un futuro hipotecado. El rayo que no cesa.
 Creo que debería inventarse la especialidad de "EPIDEMIOLOGÍA POLÍTICA"  por lo que nos atañe al pueblo ante el nuevo germen.

domingo, 15 de diciembre de 2013

FATIGA DEL MATERIAL.


  Últimamente los blogs están de capa caída, incuído el mío.
 Pienso que será un ciclo natural como el del sol, que renace y se esconde día a día, o será una "fatiga del material" que experimenta hasta el más robusto de los metales, de tanto resistir la exposición a la red y de tanto exprimir nuestros talentos (si los tenemos).
 Pero hacer un blog es un auténtico placer que nos permiten las nuevas tecnologías y nos transportan más allá de nuestras fronteras de país y de idioma, como nunca antes había sucedido, en un mundo mediático sin apenas fronteras.
El material se fatiga.

     Yo pienso continuar en mi empeño mientras el tiempo me lo permita, sin prisa ni pausa, tratando de aportar algo útil a la red.
 

¡Comandante a tierra! (Juan Sebastián Elcano).