martes, 3 de abril de 2012

PIRÓMANOS/MITÓMANOS/DESALMADOS.


Incendio forestal

Fraga do Eume
Fraga do Eume: reserva natural de alto valor ecológico (A Coruña-España).

   Eróstrato o Heróstrato (Ἡρόστρατος)  fue un pastor de Éfeso que incendió el templo de Artemisa, considerado una de las siete maravillas de la antigüedad, el 21 de julio del año 356 a. de C., fecha del nacimiento de Alejandro Magno, según Plutarco, con el único fin de pasar a la Historia. El mitómano fue condenado a muerte y su nombre fue prohibido para que no lograra su fin; pero a pesar de todo pasó a la Historia y por eso conocemos su "gran hazaña"; y la psiquiatría ha acuñado el término de Síndrome de Eróstrato para todos aquellos que cometen barbaridades con el único fin de perpetuar su nombre en el tiempo.


Laguna de la isla en la reserva natural de Muniellos (Asturias-España)
  En el invierno-primavera tan atípico que estamos padeciendo, los pirómanos de cualquier especie están incendiando España por los cuatro costados, de norte a sur y de este a oeste, aprovechando las altas temperaturas que hemos tenido y también la escasez de lluvia, para lograr distintos fines: el placer de la destrucción a través del fuego que experimentan los pirómanos; el rentismo de los madereros, que compran el producto quemado más barato; la estrategia de los cazadores, que queman el rastrojo para poder acosar mejor a las piezas; los campesinos y ganaderos, resentidos por las restricciones de las reservas naturales y, quizás, el Eróstrato de turno que quiere inmortalizarse con la quema de una reserva natural.
 También hay que tener en cuenta la dejación de las Comunidades Autónomas, que son como el Perro del Hortelano: Ni limpian los bosques y los caminos rurales ni los dejan limpiar por el método tradicional, y algunos incendios se producen por la acumulación de materia vegetal, que nadie retira, y los caminos se llenan de maleza y se hacen impracticables.
 Lo único cierto es que los incendios provocados se suceden día tras día en espacios protegidos como La Fraga do Eume, un bosque atlántico de altísimo interes biológico y ecológico, y también en la Reserva de Muniellos: en seis meses se han producido dos incendios en esta reserva que es uno de los últimos reductos del Oso Pardo, el Urogallo y el Lobo. Quizás la Justicia debería endurecer las penas para los pirómanos de cualquier clase, que reducen a cenizas nuestro patrimonio particular y mundial, eviatando la reincidencia.
  España es uno de los países de Europa con mayor biodiversidad y no podemos permitir que la dejación de los políticos y de los jueces permita la destrucción de nuestro gran patrimonio natural por la acción de unos individuos, que entran en el juzgado y salen por la misma puerta para reincidir.






 No deberemos olvidar que en la extinción de incendios forestales mueren personas y se destruyen pueblos.