domingo, 19 de febrero de 2012

CARNAVAL

Carnaval de Venecia.
  Comienza el carnaval, señoras y señores, el periodo de las carnestolendas o el carne-levare de la Iglesia Católica medieval. Un lapso de tiempo (desde principios de enero hasta finales de marzo) en el cual el pueblo se relaja antes de entrar en la Cuaresma (Per ínstan sánctam unctiónem) y disfruta del relajo de ser, sin ser, lo que pretende ser, dando rienda suelta a su imaginación lúdica y también a su sentido lúbrico. No se sabe bien el origen de los carnavales aunque parece haber consenso en su raíz pagana: ¿Dionisos/Baco? ¿las Saturnales? ¿o quizás las las festividades egipcias en honor al toro Apis? También se habla de una tradición sumeria de más de 5000 años... Da igual.
 Ciertamente el carnaval es un festejo lúdico, lúbrico y transgresor; poco amigo de las dictaduras (civiles y eclesiásticas) que perdura desde hace muchos siglos, especialmente en las culturas católicas y de raíz cristiana, que se celebra en gran parte del mundo constituyendo una festividad muy renombrada en algunos lugares: Tenerife y cádiz (España), Venecia (Italia), Río (Brasil), Barranquilla (Colombia)...



Carne jugosa, vino, diversión, imaginación, transgresión, ruptura, paréntesis, translocación, amistad, desmadre, confusión, ambigüedad, pasión, ritmo, música, tradición, traición, venganza, locura, exceso.......................
 Todo esto puede ser el carnaval y más.
 Pero carnaval, según definición de la RAE: figurado y despectivo. Dícese del conjunto de informalidades y fingimientos que se reprochan en una reunión o en el trato de un negocio.

¿Les suena?

Rajoy: maestro de cetrería.
Por extensión, el carnaval es cualquier fiesta de gente disfrazada, pública o privada, que se celebra en cualquier fecha del año. Por ejemplo:


Ángela Merkel vestida de Führerin.
                                      









Sarcozy: cantando bajo la lluvia con Ángela.
Anterior gobierno de España, vestidos de estafermo.
 Y mientras nos cae la que nos está cayendo, sin saber por qué, mi querida Atenea sigue pensando en el horror, apoyada en su broncinea lanza de guerrera, con el cíngulo en la cintura como Carmen Chacón.

Atenea pensativa. Museo de la Acrópolis de Atenas.



        ¡Carnaval, carnaval, disfrutémoslo mientras podamos! ¡seamos lo que no somos y disfrutemos! y aunque ya no seamos jóvenes: ¡Gaudeamus ígitur, juvenes dum sumus! a pesar de nuestros políticos y los buitres carroñeros que nos arruinan. Antes era la Cuaresma eclesiástica la que propiciaba el desmadre de los carnavales, ahora es la cuaresma que nos imponen nuestros políticos globalizados la que nos incita a vivir el carnaval con gran desahogo.

 

 Bebamos y gocemos en este carnaval; soñemos y seamos sin ser, que ya vendrá la cuaresma sin imposición: IMPUESTA.
  Mientras tanto, los causantes del caos... que se diviertan todo el año en su CARNAVAL DE LOS ANIMALES.


  Que de la danza macabra ya nos libraremos los demás mientras podamos, que todo habrá de llegar, hermanos, en esta vida.

 Pero...Mientras todo llega-lo bueno y lo malo, lo inevitable-gaudeamus ígitur porque estamos vivos, porque nos da la gana y porque hace un día precioso y nadie vendrá a jodérnoslo.
  Pues eso.


  Pues, aunque la cuaresma política nos censure, ¡VIVA EL CARNAVAL Y SU TRANSGRESIÓN!  Y después, a seguir siendo perritos sumisos todo el resto del año.
  ¡Faltaría más!

PUBLICIDAD


Salfuman: para la limpieza general de despachos oficiales.

Algodón: para la mejor prueba a nuestros políticos.


4 comentarios:

  1. Carnaval, carnaval y los de anonymous que son los más disfrazados del mundo sin soltar prenda. Nuestros politicastros y sindicalistos disfrazados de pobres mientras nos saquean la poca mierda que nos queda en las tripas.

    Precisamente andaba yo pensando éstos días que cualquier chirigotero de Cádiz va a éstar más preparado para gestionar el país que esos politicastros que tenemos en nómina.

    Carnaval, carnaval, a trapichear nos vamos a dedicar y el que venga detrás que se apañe, que ya sabemos por donde nos va a venir la marea.

    Un saludazo.

    ResponderEliminar
  2. No soy yo de carnaval y de disfraces.
    No me gustan.
    Como mucho, ver alguna chirigota y comparsa en el Tetro Falla de Cádiz en las retransmisiones de Canal Sur.

    Eso sí: hoy me he cruzado con el carnaval sindical del 19F.
    Una caterva de "liberados" disfrazados de luchadores de la causa obrera por dos horas de domingo, que a las 14:30 tenían mesa reservada en la marisquería donde les esperaban los bogavantes y las cigalas.

    ResponderEliminar
  3. Si Pudiera Asumir la Maestría
    que El Disfraz Elegido me Aportara,
    Es Posible que Vistiera y Adoptara
    la Figura de Cronos y Podría

    Contemplar, Paso a Paso, Que Vendría,
    Detrás del Velo en que, Maya, se Ampara...
    Lo Que el Negro Futuro, Nos Depara,
    y Que el Sol, Ilumina Cada Día.

    Un Disfraz, Poder de Tiempo-Espacio,
    Que sus hijos se Traga con Ternura.
    Para Dejarlos, Luego a su Albedrío

    Un Disfraz, Que le Diera al Sueño Mío, Tonos De Luz y Alivio en la Tortura,
    De Envejer, Muriendo Tan Despacio...

    Mas Como Puedo, Aún, Trajes Elegir,
    Prefiero el de Poseedor del Elixir
    Que Mantiene la Alegria de Vivir.

    ¡Buenas Carnestolendas y Bon Mardi Gràs Amigo Jano!

    ResponderEliminar
  4. Pues, queridos amigos, no he participado en el carnaval: solo he salido de casa para acudir a mi trabajo. Pero estoy en espíritu.
    Os agradezco vuestros comentarios.
    Gracias a todos.
    PD: últimamente Blogger nos hace pasar por el calvario de introducir dos palabras, en parte ilegibles, para comentar.
    ¿No se podría suprimir ese paso?

    ResponderEliminar